¿Te pasa que te muchas veces te sorprendes pensando (otra vez) en ese error que cometiste hace tiempo? El proyecto al que dijiste que no y ahora está teniendo resultados increíbles, haber dicho algo en esa junta o no haberla regado con ese cliente.

Darle vueltas a un tema pasado es rumiar tus acciones, invertimos mucho tiempo pensado y lamentándonos por lo que ya pasó.

Nos preocupamos por el futuro, pero rumiamos aquellos momentos que ya pasaron; cuando esto sucede recordamos situaciones similares que ponen nuestra atención en lo que sucedió y en lo que hubiera podido ser.

Un nuevo error te hace castigarte por no ser más organizado, inteligente, ambicioso, disciplinado o carismático.

Pero no todo es malo, existen soluciones efectivas para romper este ciclo y son más sencillas de lo que piensas.

Rumiar el pasado no sólo no es placentero, sino también está ligado a depresión, ansiedad y un nivel bajo para resolver problemas.

IDENTIFICA TUS DETONANTES

No puedes eliminar algo si no te das cuenta primero de que lo estás haciendo, ¿verdad?

La cosa es que no es tan fácil darse cuenta. Algunos detonantes comunes son:
- Colaborar con alguien en quién no confías.
- Rodearte de personas que parecen más inteligentes o ambiciosas que tú.
-Tomar decisiones que involucren grandes cantidades de dinero.
- Tomar acción para avanzar en tu carrera.


El objetivo de este punto es darte cuenta si el detonante está en ti o en los demás.

TOMA DISTANCIA PSICOLÓGICA

El siguiente paso es distanciarte de los errores que te persiguen. Por ejemplo, puede preocuparte la forma en la que eres percibido por aquellos que no tienen impacto directo en tu éxito, poco dinero o pensar que no has logrado nada cuando en realidad tus resultados dicen otra cosa.

Una forma de tomar distancia para lograr objetividad es distinguir entre pensamientos y sentimientos. En lugar de decir "Soy un fracaso" ser más preciso, "Siento que no estoy logrando lo que quiero en este momento".

Reconocer que lo que sucede es algo temporal y que quizá le estamos dando demasiada importancia, nos ayuda a tomar distancia y seguir adelante.

Pon atención a conductas como: esperar que todo salga como y cuando quieres, pensar que todos te están juzgando, compararte con los resultados de celebridades o personas de negocio consagradas. Estas conductas no te ayudan a mantenerte tranquilo, enfocado en lo que está ocurriendo ahora.

DISTINGUE ENTRE - RESOLVER UN PROBLEMA Y RUMIAR UN PROBLEMA

Ocasionalmente rumiar un error te traerá algo de provecho, la mayor parte del tiempo es sólo una forma de sobrellevar lo sucedido.

Por lo general, entre más pensamos en algo, menos efectivos somos para encontrar una solución o en ejecutarla.

Un estudio encontró que las mujeres que regularmente se obsesionan con sus problemas, les tomó un mes más para iniciar tratamiento médico después de encontrar un bulto en sus senos que las que no lo hacen.

Para pasar de un estado ruminativo a uno de mejora, pregúntate, "¿Cuál es la mejor opción que tengo dada la realidad de la situación? Empieza con algo, aunque sea simple.


ENTRENA A TU CEREBRO PARA NO ENGANCHARSE

En cuanto te sorprendas rumiando un error, tómate unos minutos para hacer otra cosa que sea corta y absorba toda tu atención, como hacer un reporte de gastos.
Debe ser algo que requiera tu total concentración, aveces sólo es reenfocarte en lo que se suponía que tenías que estar haciendo de todas formas. Te preguntarás, ¿cómo algo tan sencillo me ayudará con mi problema? te sorprenderás lo efectiva que es.

Otra opción es hacer algo físico, salir a caminar o correr. Meditar o una sesión de yoga serán súper benéficos para aprender a no engancharte con tus pensamientos negativos y regresarte al presente.

CUESTIONA TU RAZONAMIENTO


Rumiar los errores está ligado también a errores cognitivos. Obviamente no es fácil distinguirlos porquer rumiar nubla el pensamiento por sí solo.

La solución es entender tus errores típicos a través del tiempo, tratar de hacerlo en un momento de calma para que las emociones no nublen tu juicio.

Uno bastante común es cuando te llega el email de alguien que no te agrada, lees las primeras líneas y te enoja lo que ves, de forma que el resto del mensaje lo sientes demandante y grosero. Cuando dejas pasar un tiempo y vuelves a leerlo, te das cuenta que el tono no era como tú lo sentiste.

Otros errores cognitivos son: expectativas irreales de ti mismo, expectativas equivocadas de lo que los demás esperan de ti, sobreestimar lo que los demás sienten y armar un drama por algo que no lo amerita.

Aceptar que normalmente no sabemos las razones por las cuales alguien actúa de cierta forma es un paso enorme para evitar emociones nocivas.

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Quedar atrapados en pensamientos rumitativos es un problema común que afecta tu salud mental y tu productividad. Toma tiempo y esfuerzo tener a la mano algunas técnicas que te ayuden a romper el ciclo del hubiera, tenía que, podría haber hecho....

La próxima vez que te encuentres en esa situación relee este artículo.